Lagarto: el primer paso de Europa para un largo camino hacia la no dependencia tecnológica
En este blog he destinado algunos artículos a la ISA RISC-V, y pronto veréis también interesantes entrevistas relacionadas con todo esto. Pero hoy me hace especial ilusión compartir con vosotros acerca del primer microprocesador español basado en este repertorio de instrucciones. Se llama Lagarto, y espero que sea el primer gran paso para llegar a una meta muy necesaria: la no dependencia tecnológica de Europa.
Detrás de este chip hay mucho trabajo, un gran esfuerzo, pero estoy seguro que dará grandes resultados en un futuro próximo. El coordinador de este enorme trabajo no podía ser otro que BSC (Barcelona Supercomputing Center) del Centro Nacional de Supercomputación de España. Pero no estaban solos, lo han hecho en colaboración con el Centro Nacional de Microelectrónica del CSIC, la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y también junto con el Centro de Investigación en Computación del IPN de México.
Sobre Lagarto y su importancia
El chip Lagarto está fabricado en la foundry TSMC con un nodo de 65 nm. Una tecnología que puede parecer bastante primitiva en comparación con los procesos actuales de 7nm, pero que hay que tener en cuenta la complejidad de este chip y el objetivo que tiene este primer ejemplar, que no es otro que para realizar algunas pruebas (benchmarks) para comprobar de qué es capaz.
Además de eso, se basa en la ISA abierta RISC-V. Un repertorio de instrucciones muy prometedor y del que hablaré largo y tendido en una entrevista que tengo con Calista Redmond y que publicaré en breve… Y ya adelanto que en ella se ha tratado también importantes claves sobre el proyecto EPI.
En mayor del pasado año 2019 ya se envió un diseño final a la plataforma EUROPRACTICE de la Comisión Europea, y después unos 100 chips Lagarto llegarían a Barcelona para comenzar las pruebas.De ese modo se verificaría el éxito del germen de futuros chips para el sector HPC europeo, los coches autónomos, el IoT, etc. Además, como ya anuncié y veremos con más detenimiento en otra entrevista con Philippe Notton, se comenzarán a usar en una plataforma experimental MEEP en el supercomputador Marenostrum 5.
¡Y hay optimismo! Parece que los resultados de este microprocesador han sido mejores de lo esperado tras comprobar sus resultados de las benchmarks a las que se ha sometido. Por tanto, el futuro es prometedor hacia esta estrategia comunitaria de avanzar en un ámbito en el que Europa aún está por detrás de competidores americanos y asiáticos.
Por cierto, los diagramas de Lagarto… ¿no os recuerdan a algo? 😉
Los países miembros necesitan cerrar esa brecha urgentemente, especialmente ahora que nos enfrentamos a grandes retos. Como algunos de los que planteé a la entrevista a Calista, como son la seguridad y la eficiencia energética (por la alerta climática y la ingente demanda de energía eléctrica de los datacenters actuales), e incluso del traslado de la fundación a tierras europeas.
Europa debería liderar este último frente, puesto que si no lo hacemos nosotros, el resto no parece muy dispuesto a ello. Es por ello que desarrollos como Lagarto cobran más importancia incluso de la que parecen tener a primera vista. No se trata del primer chip español, ni del primero basado en una ISA de código abierto, tampoco hay que reducirlo a un simple «made in Europa», se trata del futuro de todos…
Además, de no existir proyectos de código abierto y/o libres, como Linux, la dependencia tecnológica de Europa sería aún más aberrante.
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